“Somos las que más pagamos la crisis”
DIAGONAL: ¿Cómo afecta la crisis a la inmigración?
LATIFA BALI: En este momento lo estamos pasando muy mal, tanto la gente que tiene papeles como la que no los tiene. Yo, que tengo papeles, por exigir que me dieran de alta en la Seguridad Social como empleada de hogar me despidieron y ahora llevo más de tres meses buscando trabajo. Para la gente sin papeles todo es más complicado. Vivimos con ansiedad, con muchas dificultades para sobrevivir.
LATIFA BALI: En este momento lo estamos pasando muy mal, tanto la gente que tiene papeles como la que no los tiene. Yo, que tengo papeles, por exigir que me dieran de alta en la Seguridad Social como empleada de hogar me despidieron y ahora llevo más de tres meses buscando trabajo. Para la gente sin papeles todo es más complicado. Vivimos con ansiedad, con muchas dificultades para sobrevivir.
DÉBORA ÁVILA: Parten de una fragilidad legal y laboral que los vuelve más vulnerables de cara a la crisis, lo que explica que sufran tasas de paro más elevadas y de mayor duración, pérdida de permisos de residencia ante la imposibilidad de renovación, recaída en circuitos ilegales, mayores dificultades en el pago de hipotecas, menor acceso a ayudas sociales, descenso en el envío de remesas, etc.
D.: ¿Os afecta más a las mujeres?
D.: ¿Os afecta más a las mujeres?
L.B.: Por ser mujeres tenemos menos oportunidades. El único trabajo al que tenemos en general acceso es el empleo doméstico, especialmente como internas, en condiciones de casi esclavitud, sin días libres, ni intimidad, ni nada. Están despidiendo a la gente sin pagar lo acordado, sin finiquito e incluso amenazando con llamar a la policía. Al ser las últimas de la cadena, somos las que más estamos pagando esta crisis.
D.: ¿Cuál es vuestra posición al respecto de la política de inmigración?
D.: ¿Cuál es vuestra posición al respecto de la política de inmigración?
D.A.: La política migratoria del PSOE, en especial la nueva ley, ahonda en la institucionalización de la desigualdad. Así, a través de una serie de mecanismos y prácticas de carácter administrativo y policial, se acentúan los elementos de carácter punitivo, al identificar la figura del migrante con la de un delincuente peligroso. Esto, junto con un recorte de derechos, acaba quebrantando un modelo de convivencia basado en la igualdad. A quienes nos ponemos de su parte, se nos coloca en el punto de mira, incluso con sanciones elevadas.
1 comentario:
Es curioso como, por una parte, el Gobierno nos alerta de la insostenibilidad del actual modelo de pensiones y su inviabilidad, por la falta de población activa, para dentro de 15 o 20 años, elevando la edad de jubilación y por otra parte sigue poniendo trabas a la población inmigrante que es la que nos puede garantizar que podamos seguir cobrándola.
¿Es mejor retrasar la edad para el merecido descanso de los/as trabajadores/as que permitir que cualquier persona de cualquier país pase a ser población activa y así nos solucione este problema?
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