Esta fotografía de abajo se hizo hace muy poco en el campo de refugiados de Adré. La niña que ves es una de los 22.000 niños, niñas y adolescentes sudaneses que huyeron a Chad y a los que en solo 6 días vacunamos contra el sarampión.
Ver que alguien cierra los ojos frente a una aguja nos hace sonreír, porque todos lo hemos hecho alguna vez cuando algo nos daba miedo. Cerrar los ojos frente a una guerra brutal como la que Sudán atraviesa desde hace más de 500 días, para nosotros, en cambio, no es una opción.
Intervenir en emergencias como esta en Sudán requiere enormes esfuerzos y muchos fondos pero, lamentablemente, hoy en día nadie habla de Sudán. Por eso te escribimos: porque en estos momentos tu colaboración y que pongas tu mirada sobre lo que sucede allí es aún más importante.
Gracias a personas como tú, podemos seguir trabajando en 8 de los 18 estados de Sudán y ayudar a las personas desplazadas a los países vecinos, Chad y Sudán del Sur.
Juntos podemos tratar a los heridos de guerra y a las mujeres supervivientes de violencia sexual. Podemos distribuir alimentos, medicinas, agua potable y mucho más porque la gente lo ha perdido todo.
Asistir a estas personas es nuestro compromiso y misión, pero a menudo las necesidades superan nuestra capacidad de respuesta.
Es necesario y urgente que todas y todos #HablemosdeSudán.
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