Los chicos desaparecieron el 8 de diciembre en Guayaquil después de un partido de futbol, cuando una patrulla militar los detuvo acusándolos de robo. El 24 de diciembre se encontraron sus cadáveres calcinados y con señales de tortura. La dependencia de la ONU para los derechos humanos en la región pide que se enjuicie a los responsables y se garantice la no repetición. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario