Antes de nada, ¡feliz año para ti y tus seres queridos!
En este inicio de año queremos compartir contigo una noticia protagonizada por unas personitas que nos han llenado el corazón de alegría. En conflictos, desastres naturales, desplazamientos y contextos de violencia extrema, la vida siempre sigue. Estos fueron los recién nacidos que madrugaron para venir al mundo el día 1 en nuestras clínicas.
Te los presentamos: son una preciosidad.
Sudán del Sur. ¡Bienvenida, Nyamuch! Esta bebé vino al mundo con un peso de 3,2 kg. Su nombre significa 'regalo' en el idioma local nuer. Su madre, Nyakuola Nguot Gang, pidió nuestro equipo que la atendió que eligiera el nombre de la bebé en agradecimiento a su trabajo.
Durante su embarazo, atendimos a Nyakuola en diversas ocasiones ya que tuvo hepatitis E y malaria. “Estoy agradecida a MSF porque me ayudaron a estar saludable para poder dar a luz a una niña sana”.
Nuestros mejores deseos a Nyakuola y su pequeña Nyamuch. 🥰
Afganistán. ¡Es una niña! Con 3,13 kg, Shabana fue la primera bebé nacida en nuestra maternidad de Khost en 2025. Sus papás son primerizos y están muy contentos de tener una nena sana.
Pocos minutos después, en la sala de maternidad del hospital provincial de Boost, una valiente madre, con 8 meses de embarazo, dio la bienvenida a un niño. La familia está encantada con la llegada de su pequeño y han decidido llamarlo Haqmal.
¡Felicidades a ambas familias! 🤍🤍
Bangladesh. Los primeros bebés de 2025 nacidos en nuestros hospitales en Jamtoli y Kutupalong han sido un niño y una niña. Nur Shahera llegó al mundo en un parto sin complicaciones. "Las matronas me cuidaron muy bien”, nos cuenta su madre Shomin Ara (en la foto con su hija), quien desea que su pequeña “tenga un futuro mejor”.
Rokeya dio a luz a su primer hijo, que pesó 2,6 kg. “Sueño que algún día mi hijo sea maestro y eduque a muchas personas. Fue difícil para mí estudiar, pero quiero darle a mi hijo una buena educación”, nos cuenta su ilusionada madre.
¡Ojalá se cumpla, Rokeya! Un beso enorme para estas familias y sus retoños.
Como ves, nuestros compañeros y compañeras en todo el mundo estuvieron muy ocupados esa noche. También los días posteriores, ya que muchos más han seguido llegando después en los más de 70 países del mundo donde trabajamos.
Trabajamos para que dar a luz en plena crisis humanitarias no sea un riesgo. Porque ninguna mujer debería morir dando vida.
Estas mamás y bebés han tenido un parto en condiciones seguras gracias a personas como tú que apoyan nuestro trabajo.
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