jueves, 22 de julio de 2010

LA DECISIÓN

LA DECISION
Decidiste iniciar el viaje.
Pusiste en la valija las cosas necesarias,
abandonaste tu casa
y te refugiaste en la búsqueda de aquello, que así lo crees,
justificará tu vida.

Recuerda siempre el motivo de la marcha,
lo harás a cada paso y con despierto entusiasmo,
porque un camino consciente es libertad,
en cambio un camino emotivo es esclavitud
y un camino mecánico es sólo estupidez.

Has decidido buscar y debes estar atento:
muchas oportunidades de encontrar la vía
se pierden por exceso de arrogancia
por falta de estima
por exceso de avidez
o por indiferencia.

Además, buscar algo implica conocer
aquello que estás buscando
y para ir hacia algún lugar
debes tener algún lugar adonde ir.
Sé sincero:
¿Tú sabes adonde vas?
Lo sepas o no
recuerda que eres tú quien decidió caminar
no sea que mañana lamentes haber emprendido la marcha
y acuses a la vida por no encontrar la vida que buscabas.
Fue la sospecha de otra realidad
lo que te alejó de tu viejo mundo.
Allí, en tu ilusión, tenías la certeza del refugio seguro
el techo y la comida pero también estaban
la duda, la ansiedad y el sufrimiento.
Tu espejismo se caía a pedazos y por eso elegiste caminar
no digas después que tu viejo mundo
se derrumbó porque te fuiste.

Si comienzas a mover tus pies
ninguno de los que te precedieron te lo agradecerá.
En todo caso dirán:
« te has dado cuenta de que es necesario caminar.»

Como ves, deberás llegar más allá de tus opiniones.
No quiero decir que lo aprendido anteriormente sea inútil
solo que su significado se transforma
de acuerdo a la etapa de la vía.
Tu saber te llevó hasta este punto del tiempo
pero de aquí en más el paisaje cambia
y tus convicciones pueden transformarse en trampas
sutiles.

Buscador:
no son sólo tus capacidad
es las que determinan cuánto
has de aprender en la vía
sino también tu conducta.Aptitud y actitud van de la mano
en la búsqueda que te has propuesto.
Aprovecha cada paso para aprender
es inútil caminar si no eres capaz de beneficiarte de ello.

Has decidido partir
pero debes saber que la vía
no es sólo la superficie que corre bajo tus pies
ni la huella borrosa de lo que dejaste atrás
ni la invisible senda que espera el eco de tus pasos.
No es algo que puedas aferrar con una idea
ni un concepto que aprenderás en los libros.

La vía no es algo que vendrá a buscarte
ni una puerta que se abrirá a tu voluntad
y aunque te repitas que debes caminar
ni siquiera puedes decir que estás en la senda
mientras tus piernas no se muevan.
Pero aún cuando creas que estás caminando
¿cómo sabes que vas en la justa dirección?

De aquellos que buscaron antes de ti
quedan solo las cenizas
pero en cierto modo eres su huésped
ya que en la tierra que atraviesas también vibran sus pasos
su espíritu aún sopla alentando tu esperanza
y su ejemplo te ayuda a iluminar el rumbo.
Pero tú eres apenas una idea que vaga
no te creas más importante que una sombra fugaz.
Recuérdalos cuando te falten las fuerzas
o cuando debas decidir en una encrucijada
porque ellos pasaron como pasas tú
con las mismas preguntas.
Quizás mañana encuentres otras respuestas
pero hoy es mejor declararte ignorante
a que exhibas tu conocimiento de los caminos a seguir.
Has elegido andar
y lo harás hasta que te transformes en la marcha misma.

Todo camino que nace de ti
regresa a ti:
si has iniciado la vía
no te preocupes por saber hacia dónde te conducirán tus pies
el final del sendero ya está dibujado en tus primeros pasos
por lo tanto, si conoces el principio conoces el fin.
Y el camino se conoce caminando
no existe otro modo.

Mario Corradini

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