“Estamos en la frontera de la frontera”. Jean Guy Tahina SJ, director de Fe y Alegría Madagascar, repite esta frase una y otra vez cuando describe el lugar en el que trabajamos desde hace décadas. Habla de aldeas remotas, casi invisibles en los mapas, donde las comunidades viven aisladas y olvidadas. Lugares donde ejercer un derecho tan básico como la educación exige un gran esfuerzo y perseverancia. En esa frontera silenciosa acompañamos, junto a Fe y Alegría Madagascar En esa frontera silenciosa acompañamos, junto a Fe y Alegría Madagascar, a 25 escuelas en la provincia de Haute Matsiatra, una de las zonas más vulnerables del país. Llegar hasta allí ya es un acto de compromiso: desde Antananarivo, la capital, se necesitan 13 horas en coche para recorrer apenas 408 kilómetros. El camino está lleno de obstáculos: carreteras que desaparecen tras la lluvia, falta de servicios básicos, escasez de docentes dispuestos a desplazarse y unos recursos siempre más pequeños que las necesidades. Y aun así, la comunidad educativa permanece, no se rinde. Nuestro trabajo allí consiste en reconstruir y renovar las aulas, fortalecer la formación docente y avanzar, junto a toda la comunidad educativa, hacia una educación que no solo enseña, sino que transforma. Para las y los docentes, la formación que reciben es clave: les permite planificar mejor, gestionar clases multigrado —una realidad en todas las escuelas— y ofrecer un mejor aprendizaje. También acompañamos a las familias, ayudándolas a participar activamente en la escuela, en la gestión de recursos y en las decisiones que afectan a sus hijos e hijas. Porque cuando una comunidad participa y se siente parte, la escuela florece. Jean Guy lo resume con una claridad conmovedora: «La escuela es un símbolo de esperanza. Ningún niño o niña debería verse privado de la educación. Eduquemos a nuestros niños, porque esa es la única vía hacia un verdadero desarrollo.» Y esa esperanza, esa posibilidad de futuro, es la que sostenemos día a día gracias a personas como tú, que comparten y apoyan nuestra misión. Esta Navidad, más que nunca, gracias por acompañarnos en las fronteras. Gracias por apostar por una educación que siembra justicia. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario