La falta de supervisión es la variable que más influye en actitudes hostiles.
Los niños catalanes salen bien parados, han 'sacado' una media de notable.
La mayoría de niños con estas conductas son de familias progresistas y ricas.
Los niños con conductas antisociales proceden en su mayoría de familias de alto nivel adquisitivo y cultural, en las que los padres desatienden a los hijos y delegan su educación en la escuela, cursos extraescolares, servicio doméstico u otros familiares, según un estudio de la Fundación Jaume Bofill.
El coordinador de la investigación presentada en rueda de prensa, Javier Elzo, ha aclarado que "la falta de supervisión de los padres es la variable más relevante a la hora de explicar la conducta antisocial de los niños".
"No es cierto que los niños conflictivos procedan especialmente de familias monoparentales, madres trabajadoras, familias reconstituidas, padres separados, u otros modelos diferentes al tradicional", ha añadido el catedrático de sociología, tras analizar los datos de 1.060 encuestas a familias catalanas y otros 1.189 cuestionarios a profesores.
Para analizar estas disfunciones, el coordinador del estudio ha dividido las familias en cuatro tipos (progresista-extravertida, conservadora-introvertida, conflictiva y la convivencial-armónica).
La conclusión ha sido que la mayor parte de los niños con conductas incívicas proceden de las familias progresistas-extravertidas, que suponen el 23,3 por ciento del total de las familias, y de las conflictivas, que son el 15,2 por ciento.