Abdou cayó exhausto tras cruzar a nado desde Marruecos a Ceuta, donde encontró consuelo en este abrazo. Fue devuelto sin mediar procedimiento, identificación individual, sin asistencia letrada, sin asistencia de intérprete y sin ningún tipo de información por parte de las autoridades españolas, vulnerando el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales sobre la prohibición de las expulsiones colectivas. Ahora el Alto Tribunal ha admitido a estudio la demanda que hemos presentado por su retorno.
Junto a otras organizaciones que trabajan en la defensa de derechos humanos pedimos una investigación independiente ante la vulneración del derecho a la vida y a la integridad física de miles de personas el 24 de junio en la frontera de Melilla, que provocó la muerte de al menos 37 personas y cientos de heridos mientras trataban de alcanzar territorio español. También reclamamos responsabilidades por lo ocurrido ante Naciones Unidas.
Celebramos que esta norma es una herramienta imprescindible para garantizar el disfrute de todos los derechos sin discriminación por color de piel, origen, género, discapacidad, orientación sexual, identidad de género o situación socioeconómica, pero echamos en falta algunas cuestiones que consideran fundamentales como la accesibilidad, un mayor enfoque de protección de la infancia o el diálogo con la sociedad.
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