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Fatah: "Escapé buscando la luz. No sabía que me esperaba, pero sabía que debía seguir caminando" |
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Suele ser practicada a niñas antes de los 15 años y está arraigada en muchos países y comunidades de todo el mundo. La mutilación genital femenina (MGF) consiste en la extirpación total o parcial de los órganos genitales femeninos y constituye una violación de los derechos, de la salud y de la integridad física y emocional de las mujeres.
Por tradición, por convenciones sociales o, simplemente, como una forma de condicionar la sexualidad de las mujeres. Sea por lo que sea, se estima que en el mundo hay más de 230 millones de mujeres y niñas han sufrido mutilación genital femenina (MGF). Fatah es una de ellas.
¿Se puede sanar la herida física y emocional de la mutilación genital femenina? Fatah dice que "Sí hay salida. Sí, hay ayuda".
Según lo describe ella misma, se sentía encerrada en una "habitación oscura" hasta que descubrió que "fuera se encontraba la luz". Llegar a la luz, sin embargo, no le iba a resultar un camino nada fácil, pero hoy está preparada para explicarnos cómo ha sido su proceso.
(Seguir leyendo la historia de Fatah después de la imagen) |
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| Fatah sufrió una violencia física y sexual extrema durante mucho tiempo por parte de su marido y de grupos terroristas de su región. Su vida corría peligro y necesitaba ponerse a salvo. Así que cuando se armó de valentía, decidió huir de Somalia.
A su llegada a España, Fatah fue acogida por CEAR como parte de un programa dirigido a mujeres supervivientes de diferentes tipos de violencia. Ella lo recuerda a la perfección. El miedo aún le atravesaba el cuerpo y "sentía muchísima soledad". Sin embargo, "una semana después sentía que estaba entre mi familia. Me trataron como a una hija", rememora con una sonrisa.
Laura Carrillo, la psicóloga que la recibió en el centro también lo recuerda: "Su dolor era abrumador. No dejaba de llorar y hablaba de las diferentes violencias que había sufrido, excepto de la mutilación genital. Su cuerpo y su mente habían reprimido este episodio".
Por eso el acompañamiento es un factor clave de este programa, como señala Marisa Fernández, su trabajadora social: "Hasta que no se construye un clima de seguridad y confianza es muy difícil que una mujer te cuente una experiencia tan traumática".
"Cuando me lo contó fuimos abordando su historia para liberar emociones atrapadas", nos cuenta Laura. Y poco a poco, gracias también a la coordinación con otras entidades especializadas, a la sanidad pública y a la sociedad de acogida, Fatah ha podido reponerse física y emocionalmente de la mutilación genital femenina.
Fatah eligió someterse a una cirugía reconstructiva genital en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, una decisión que depende exclusivamente de cada mujer. "En el caso de Fatah fue porque, según ella, quería dar carpetazo a su pasado. Es una medida de empoderamiento ", explica Marisa.
En el momento de esta entrevista, han pasado unas semanas desde la intervención y el postoperatorio está siendo muy doloroso. Sin embargo, Fatah está muy contenta de haber dado este paso y siente que puede reconstruir su vida: "Nunca pensé que volvería a pensar en una vida en pareja, en ser madre. Gracias a esto, ahora sé que puedo serlo". " Hoy veo la luz", afirma.
Ella nos ha pedido que quede escrito su agradecimiento a CEAR, Médicos del Mundo, el Hospital 12 de Octubre y a su ginecóloga, Maria del Carmen Gutiérrez Vélez. Y por parte de CEAR, también queremos dar las gracias a todas las personas que nos apoyan para que mujeres como Fatah puedan encontrar un refugio que sea esa luz en sus caminos. |
Tu ayuda es fundamental para ayudar a mujeres como Fatah a reconstruir sus vidas |
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