viernes, 9 de febrero de 2024

Los recursos minerales y energéticos en el Ártico: una nueva frontera a explorar

 



Los recursos minerales y energéticos en el Ártico: una nueva frontera a explorar

 
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TIERRA Y TECNOLOGÍA Nº 69 | DOI: https://dx.doi.org/10.21028/pas.2024.02.05 | Autores: Paula Adánez Sanjuán y Egidio Marino

España ha mostrado interés en el Ártico, pasando de motivaciones históricas de conquista a un enfoque científico. El cambio climático en la región ha llevado a una creciente actividad científica para prever y mitigar sus impactos. El trabajo destaca la importancia estratégica, económica y científica del Ártico, enfocándose en decisiones, gobernanza y colaboración internacional. Se aborda la complejidad legal, geopolítica y diplomática, destacando el papel del Comité Polar Español. Así mismo, se subraya la relevancia de considerar el conocimiento tradicional de las poblaciones árticas en la investigación. Se analiza la situación política de Groenlandia y se destaca la importancia de los recursos minerales y energéticos en la región, advirtiendo sobre posibles conflictos ambientales. Por último, refleja la actual vulnerabilidad de las estructuras árticas frente a cambios geopolíticos recientes, enfatizando la necesidad de restablecer la confianza para lograr relaciones internacionales sostenibles en el nuevo escenario climático del Ártico. A continuación, se hace una pequeña recopilación de lo tratado en el capítulo 6, titulado “Recursos Minerales y Energéticos y su Industria”.

Introducción

La población mundial está creciendo de forma exponencial. Ha alcanzado los 8.000 millones y se espera que llegue a 9.700 millones en 2050. Esta sobrepoblación, junto con un estilo de vida basado en el consumo de bienes, está generando una creciente demanda de materias primas y energía. Además, las nuevas tecnologías, la digitalización y una industria más avanzada consumen una gran cantidad de materias primas que hace tan solo décadas no se consideraban. Algunos de estos materiales son muy escasos, en muy pocos yacimientos del mundo se pueden explotar de forma económica, o bien, son difíciles de explotar. Esta necesidad de nuevos materiales y la escasez de los mismos queda reflejada, por ejemplo, en la elaboración de una lista de Materias Primas Críticas por la Comisión Europea, que se actualiza cada tres años.

Por otro lado, se buscan nuevas alternativas a los recursos convencionales, cada vez menos rentables. Por ello, en los últimos años se ha ido orientando el interés en explorar nuevas opciones en lugares como los polos, los fondos marinos o incluso, el espacio. Respecto a los polos, la Antártida fue declarada como “zona de reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia” en el Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente firmando en Madrid (1991), prohibiendo allí la explotación de recursos. El Ártico, sin embargo, se considera como una región todavía poco explorada, en la que el calentamiento global podría hacerla más accesible, lo que facilitaría la exploración y explotación tanto de los recursos terrestres como en sus fondos marinos.

Figura 1: Mapa resumen de los recursos conocidos que albergan los países árticos, así como su fondo marino. Fuente: El Ártico: la región para la colaboración (o las disputas).

Los recursos terrestres en los países árticos

La primera explotación comercial en el Alto Ártico comenzó a principios del siglo XVII con el establecimiento de estaciones balleneras holandesas e inglesas en Svalbard. Las expediciones balleneras descubrieron la existencia de yacimientos de carbón en Spitsbergen. De todas formas, la exploración y la explotación industrial de los yacimientos de carbón comenzaron aproximadamente trescientos años después. En su historia más reciente, en los países árticos se han descubierto importantes yacimientos minerales, atrayendo el interés internacional, por ser éstas todavía regiones inexploradas que ofrecen un gran potencial mineral bajo su superficie.

La historia de Alaska está íntimamente relacionada con el descubrimiento de recursos, tanto depósitos de minerales metálicos como reservas significativas de petróleo y gas. La fiebre del oro en el siglo XIX atrajo a buscadores, multiplicando la población y llamando la atención del resto de los Estados Unidos sobre este Estado, hasta entonces perteneciente a Rusia. Además, las reservas de petróleo, especialmente gracias al descubrimiento del yacimiento de la Ladera Norte en 1968, han sido fundamentales para la evolución de la economía de Alaska. Los depósitos de minerales metálicos se concentran en dos regiones principales: la mitad norte, donde se encuentran la Cordillera de Brooks y la península de Seward. La Cordillera alberga yacimientos del tipo de sulfuros masivos y otros tipos de yacimientos de metales base. Por su parte, en la península, se localizan un gran número de depósitos de oro tanto orogénicos como de placeres (distrito de Nome). En el noroeste, destaca el grupo de minas Red Dog, que es uno de los mayores productores mundiales de concentrado de zinc. Por otro lado, la mitad sur contiene también grandes depósitos de oro, como Fort Knox, Pogo y el yacimiento gigante Pebble (Boyd et al. 2016). Los recursos energéticos también han jugado un papel muy importante en el desarrollo de la historia en Alaska. La Ladera Norte de Alaska, que se encuentra al norte de la Cordillera de Brooks, alberga importantes depósitos de petróleo, siendo clave la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPRA). El posterior descubrimiento de la bahía de Prudhoe, junto con la construcción del oleoducto Trans-Alaska, convirtieron a Alaska en una gran potencia petrolera. Actualmente es el cuarto estado productor de EEUU.

En la parte ártica de Canadá, la historia minera refleja similitudes con Alaska, comenzando con la fiebre del oro en el Yukón de 1833. Los descubrimientos iniciales de oro llevaron a hallazgos de otros minerales. Se descubrieron importantes yacimientos de níquel (Nunavik, Raglan, Nickel King), cobre y wolframio en skarn o diamantes en kimberlitas, que se comenzaron a explotar en la década de los noventa. La región ártica de Canadá, rica en diversos minerales, se divide en cratones (Escudo Canadiense) y plataformas mesoproterozoicas y fanerozoicas de la Cordillera Canadiense. Entre los depósitos más importantes de esta zona destacan el cinturón volcánico de Yellowknife, con los depósitos de oro de Giant y Con, así como los placeres de oro de Klondike. Pero, además, el Canadá ártico cuenta con alrededor de cuarenta yacimientos minerales calificados como grandes y tres gigantes (Casino, Crest y Hackett), y es el tercer productor mundial de uranio (Boyd et al. 2016). Las kimberlitas del cratón Slave albergan minas económicas como Ekati y Diavik. Por otro lado, pese a que Canadá destaca en la producción y reservas de recursos energéticos, estas reservas se encuentran por debajo del Círculo Polar Ártico. Sin embargo, las investigaciones que realizó el USGS estimaron la presencia de recursos significativos no descubiertos en cuencas offshore (Bird et al., 2008).

Groenlandia por su parte es la región ártica más aislada y también su historia está relacionada con los recursos naturales y las materias primas en general. Desde la era prehistórica, se utilizaron en esta isla sílice y hierro procedente de meteoritos. La criolita de Ivigtut fue la primera explotación de la edad moderna (s. XVIII), utilizada para la producción de aluminio hasta 1987. Groenlandia alberga una gran diversidad de recursos, destacando depósitos de oro, níquel, cromo, platino, tierras raras, zinc, plomo y plata (Boyd et al., 2016). Su formación geológica, con eventos como la colisión de cratones, fracturación, intrusión magmática y sedimentación marina, ha contribuido a la creación de numerosos depósitos significativos. Yacimientos notables incluyen el de Black Angel, World Class de Pb-Zn, en rocas sedimentarias carbonatadas en el margen este de la isla. La cuenca sedimentaria Franklin Basin, en el norte, es también rica en sulfuros de Zn y Pb, con el destacado depósito Citronen. También es importante el depósito de Skaergaard, que alberga la mayor mineralización de EGP-Au. Molibdeno porfídico se encuentra en el depósito de Malmberg en intrusiones de sienitas-monzogranitos. Son importantes sus depósitos de elementos raros (Ta-Nb-TR) de Kvanefjeld, Kringlerne y Motzfeldt, que se alojan en rocas ígneas plutónicas alcalinas y peralcalinas y se sitúan en el sur de la isla. Estos depósitos han llegado a generar tensiones políticas tanto internas como externas. Desacuerdos sobre proyectos mineros como Kvanefjeld, llevaron al adelanto electoral y de momento, se han paralizado proyectos debido a la reciente prohibición de explotar yacimientos con concentraciones de uranio de más de 100 ppm. La complejidad geológica y la escasa exploración en esta isla sugieren un vasto potencial mineral aún por descubrir.

En el norte de Noruega, la minería de carbón en el archipiélago de Svalbard fue crucial en la historia del país. Sin embargo, tras haberse delimitado las fronteras del Mar del Norte con Reino Unido y Dinamarca, el cambio más sustancial fue el descubrimiento de petróleo en 1969, con campos como Ekofisk, Statfjord y Troll. Desde entonces, Noruega ha continuado siendo actor clave en el mercado petrolero global, manteniendo un impacto significativo en su economía actual. En 2022, Noruega produjo 232 millones de metros cúbicos de petróleo vendible. Las reservas off-shore parecen centrarse en la cuenca de Jan Mayen con más de 50 millones de barriles equivalentes (Norsk Petroleum). Sin embargo, la alta actividad magmática reduce la probabilidad de reservas, y no se han llegado a realizar estudios cuantitativos precisos (Bird et al., 2008). Noruega, geológicamente dominada por el cinturón montañoso del Caledónico, presenta diversos yacimientos de minerales metálicos. Destacan Bjørnevatn y Rana, depósitos de hierro bandeado; Nussir, yacimiento volcanosedimentario de cobre y plata; Gallujavri y Raitevarri, con Ni, Cu, Co o PGE, en el cinturón de rocas verdes de Karasjok, y Lillebukt, clave en la producción de fosfato en la Noruega ártica. Por último, pese a no encontrarse por encima del Círculo Polar se deben mencionar los yacimientos de Engebø y Tellnes, ya que son los responsables de la producción del 5,5% de titanio mundial.

En la parte ártica de Suecia se deben mencionar las minas de Kirunavaara y Mamberget, que junto con Gruvberget y Leveäniemi, son las principales productoras de hierro. Infraestructuras más modernas, en el siglo XX facilitaron el descubrimiento de depósitos en el norte, como Aitik, depósito de cobre porfídico que lleva en operación desde 1930 y donde se extraen cobre, oro, plata y molibdeno con un alto grado de automatización. Cabe destacar el reciente descubrimiento del depósito de Per Geijer, que podría ser el yacimiento más grande de tierras raras de Europa, localizado a 700 m del depósito de Kirunavaara (SGU, 2022).

Finlandia destaca por el Cinturón de Rocas Verdes de Laponia Central, donde se localizan el depósito de Suurikuusikko, que es actualmente el mayor depósito de oro de Europa, y los depósitos de Ni-Cu-EGP de Kevitsa y de Sakatti. Por otro lado, el cinturón de esquistos de Peräphja alberga importantes depósitos de Cr, Ni-EGP y Fe, siendo el más destacable el de Kemi. Por último, el depósito de Mustavaara, de Fe-Ti-V, es el único yacimiento económico en el cinturón de esquistos de Kuusamo (GTK, 2022).

La exploración y explotación de minerales en Rusia fue impulsadas en el siglo XVIII. Los descubrimientos más importantes en esa época fueron el depósito de plata de Nerchinsk y extensas mineralizaciones de oro al este de los Urales. A partir del siglo XIX, Rusia se convirtió en uno de los principales productores de oro. Sucesivos descubrimientos a lo largo del s. XX han situado a Rusia como productor global de minerales, como diamantes, y metales como paladio, antimonio, oro, níquel, platino, wolframio y vanadio. Rusia es el tercer productor mundial de oro, níquel, paladio y platino. Los yacimientos más importantes de Ni, Cu, EGP son Norilsk y Talnakh, ambos en la zona del Yenisei, y el yacimiento de níquel y cobre de Pechenga, en la Península de Kola. Los depósitos de oro se concentran al noreste del país, como el de Nezhdaninskoye (Au-Ag). Rusia también destaca como productor de hierro y aluminio, siendo el quinto productor de hierro y segundo de aluminio a nivel mundial (USGS, 2022). También es un gran productor de elementos de tierras raras. En la provincia de Kola, se encuentran los depósitos de Lovozero (Ta, Nb, TR) y Kolmozero (Li, Ta, Nb, Be) (Boyd et al., 2016) y el de Tomtor, en la Península de Sajá, es uno de los mayores depósitos de TR y Nb del mundo. En el campo petrolífero de Timan Pechora se encuentra el mayor depósito de titanio. Por último, los depósitos de diamantes de Lomonosov, Mir y Udachnaya, juegan también un papel importante a nivel mundial. Con respecto a sus recursos energéticos, según datos de British Petroleum (2022), Rusia, fue el segundo productor mundial de petróleo en 2021, posee reservas que suponen el 6,21% de las reservas mundiales. En gas natural, Rusia es líder, con un 19,9% de las reservas globales y en 2021, fue el segundo productor de gas. El Ártico ruso alberga cuencas onshore y offshore con prometedoras reservas de petróleo y gas. La cuenca de Timan-Pechora es clave, con más de 230 campos petrolíferos y 16.000 millones de barriles de petróleo. Otras cuencas como Yenisey-Khatanga, Lena-Anabar o Mar de Barents también presentan gran potencial (Bird et al., 2008).

Recursos minerales marinos en el Ártico

La exploración de recursos en los fondos marinos es relativamente reciente. El primer descubrimiento de depósitos marinos se llevó a cabo a bordo del HMS Challenger, entre 1872-1876, en el que se descubrieron nódulos y costras de ferromanganeso en el Atlántico central (en la zona de las Islas Canarias). Actualmente, varios factores han hecho que el interés de las empresas mineras se dirija a los fondos marinos como una nueva frontera para la exploración de recursos minerales. Como se ha comentado, la rápida disminución de descubrimientos de yacimientos terrestres y de la calidad de los mismos, por otro, la automatización y desarrollo tecnológico, que unido al acelerado deshielo en los polos, han hecho y harán más accesible la exploración en esta zona del planeta. Gracias a los avances tecnológicos se han ido descubriendo numerosos tipos de depósitos minerales marinos, que incluyen:  sulfuros masivos, costras y nódulos de ferromanganeso, fosforitas y placeres, que se consideran valiosas fuentes de minerales polimetálicos raros y críticos. Contienen elementos cruciales para el desarrollo de nuevas tecnologías y energías verdes, como litio, molibdeno, vanadio, cobalto o tierras raras.

  • Sulfuros masivos: Los yacimientos hidrotermales del fondo marino, como los sulfuros masivos submarinos (SMS), son equivalentes a yacimientos terrestres de sulfuros masivos volcanogénicos (VMS). Los SMS se forman por interacción de fuentes magmáticas calientes con el agua de mar que producen células de convección dentro de la corteza oceánica, generando fluidos ricos en metales y azufre (Franklin et al. 2005). Estos fluidos, expulsados en fumarolas, precipitan minerales al enfriarse, formando chimeneas, monticulos, o sedimentos ricos en metales, en las inmediaciones de dichas fumarolas (Petersen et al. 2018). En el área del Ártico se encuentran en la Dorsal de Monhs, Loki´s Castle, Copper Hill o Soria Moria.
Figura 2: Ejemplo de chimeneas submarinas en las que se puede ver la expulsión de fluidos enriquecidos en metales Fuente: El Ártico: la región para la colaboración (o las disputas)
  • Costras y nódulos de ferromanganeso: Los depósitos marinos de costras y nódulos de ferromanganeso (Fe-Mn) contienen una gran cantidad de metales básicos y elementos críticos como manganeso, cobre, cobalto, vanadio, níquel, titanio, EGP o tierras raras. Las costras se forman sobre sustratos duros (montes submarinos, plateaus, etc.) y crecen lentamente por la precipitación hidrogenética de oxihidróxidos de hierro y óxidos de manganeso formando finas capas subparalelas. Los nódulos polimetálicos, similares a las costras, se originan por acreción alrededor de un núcleo desde las aguas de poro de los sedimentos originadas de forma diagenética formando capas concéntricas de oxihidróxidos de Fe y Mn. Tanto costras como nódulos se han encontrado en la elevación submarina de Mendeleev en el Mar de Chukchi (Baturin et al. 2014).
  • Placeres: Los placeres marinos son acumulaciones de minerales densos y resistentes, por la separación gravitatoria durante procesos sedimentarios. Contienen minerales como casiterita, ilmenita, rutilo, circón, cromita, monacita, magnetita, oro y diamantes. Este tipo de depósitos se encuentran en la costa de Rusia, en las costas de las islas Severny y Yuzhny, en los golfos del Mar Blanco y la península de Kanin (Ivanova et al., 1999).

Conclusiones

El Ártico alberga vastos recursos minerales y energéticos, aún poco explorados, con una creciente demanda global. La tecnología actual y el cambio climático facilitan la exploración y explotación en áreas hasta ahora inaccesibles. Sin embargo, esta riqueza ha generado conflictos territoriales y de soberanía, especialmente en torno a la expansión de la plataforma continental. La formación del Consejo Ártico en 1996 busca gestionar estos desafíos y promover la cooperación. La minería marina en particular, cuya tecnología está aún en desarrollo, requiere estudios ambientales exhaustivos para equilibrar la explotación de recursos con la protección del ecosistema ártico. Se debe encontrar un equilibrio entre la protección del medioambiente y la necesidad real de explotar los recursos que contiene esta zona del planeta.

Referencias bibliográficas

  • Adánez Sanjuán, P y Marino, E. 2023. Recursos minerales y energéticos y su industria. En: El Ártico: la región para la colaboración (o las disputas). Cuadernos de Estrategia 218. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Ministerio de Defensa, 235-209.
  • Baturin et al. 2014. A specific type of Fe-Mn mineralization on the Arctic seafloor. Dokl. Earth Sci. 458(2), 1191–1196
  • Bird, Kenneth J., Charpentier, Ronald R., Gautier, Donald L., Houseknecht, David W., Klett, Timothy R., Pitman, Janet K., Moore, Thomas E., Schenk, Christopher J., Tennyson, Marilyn E. and Wandrey, Craig J., 2008, Circum-Arctic resource appraisal; estimates of undiscovered oil and gas north of the Arctic Circle:  U.S. Geological Survey Fact Sheet 2008-3049, 4 p. [http://pubs.usgs.gov/fs/2008/3049/]
  • Boyd, R., Bjerkgård et al. 2016. Mineral Resources in the Arctic. An Introduction. Geological Survey of Norway (NGU), 88 pp
  • British Petroleum. bp Statistical Review of World Energy. 2022. 71st edition. 60pp
  • Franklin et al. 2005. Volcanogenic Massive Sulfide Deposits. Economic Geology 100th Anniversary Volume, 523-560
  • GTK (Geological Survey of Finland). 2022. Mineral Deposits Reports.
  • Ivanova et al. 1999. Placer Minerals of the Russian Arctic Shelf. Polarforschung, 69, pp. 163-167
  • Norsk Petroleum. Production Forecast. En: https://www.norskpetroleum.no/en/production-and-exports/exports-of-oil-and-gas/
  • Petersen et al. 2018. Modern Seafloor Hydrothermal Systems: New Perspectives on Ancient Ore-Forming Processes. Elements 14, 307–312
  • SGU (Geological Survey of Sweden). 2022. Statistics of the Swedish Mining Industry 2021, 66pp
  • USGS. 2022. U.S. Geological Survey, Mineral Commodity Summaries

Este texto es un resumen de lo tratado en el Cuaderno de Estrategia 218: El Ártico: la región para la colaboración (o las disputas)”, en el capítulo sexto: Recursos minerales y energéticos y su industria, publicado en 2023. Los Cuadernos de Estrategia son una publicación periódica del Instituto Español de Estudios Estratégicos (Ministerio de Defensa).

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