martes, 10 de agosto de 2021

10 leyendas vascas llenas de mitología antigua

 

Cuentos cortos y leyendas basadas en el folclore y la mitología de los vascones.

Los mitos y leyendas de un pueblo explican en gran medida cómo sus primeros habitantes han interpretado e intentado dar una explicación simbólica a los fenómenos y momentos que les han tocado vivir y de los que en su momento se desconocía por qué ocurrían.

Ya solo dentro de la Península Ibérica podemos encontrar una gran variedad de tradiciones, mitos y otros intentos de explicar el mundo procedentes de culturas como la romana, la visigoda, la árabe o la cristiana e incluso anteriores como la íbera, la celta o la vascona. Y uno de los territorios que cuenta con una mayor variedad de mitos y leyendas es el País Vasco. Es por ello que a lo largo de este artículo vamos a repasar una pequeña muestra de leyendas vascas, siendo todas ellas de gran interés cultural.

10 mitos y leyendas vascas

A continuación veremos una decena de mitos y leyendas vascas, en las cuales podemos encontrar elementos relevantes del folclore tradicional de dichas tierras.

Generalmente hacen referencia a elementos naturales centrados en el monte, el bosque y las criaturas que en ellos habitan, junto con personajes y seres mitológicos surgidos en la antigüedad, propios de la cultura vascona (los habitantes de los territorios que conforman el País Vasco en tiempos previos a los romanos) aunque también con influencias celtas y adaptaciones propias del cambio de creencias religiosas (como por ejemplo, la llegada y adopción del cristianismo como religión mayoritaria).

1. La diosa Mari, en Txindoki

Las creencias religiosas de los vascones y de la población vasca hasta la llegada del cristianismo incluían la creencia en diversas deidades, siendo una de las más importantes la diosa Mari. Esta deidad era un ente femenino el cual tenía poder sobre las tormentas y sobre la naturaleza (hasta el punto de que en ocasiones se confundía con la diosa madre de la Tierra, Amalur) y que solía ser cruel ante la mentira o el orgullo. S decía que tenía su principal hogar en las cuevas del monte Amboto, si bien disponía y se iba moviendo entre los distintos montes.

Dice la leyenda que tras varios años sin pasar por el monte Txindoki, la deidad Mari volvió a visitar su hogar en dicha elevación. La llegada de la deidad no fue algo desconocido: un caballo volador en llamas la transportaba, y su llegada venía acompañada de lluvias hasta que la deidad llegaba a sus aposentos.

Un día una pastora llevó el rebaño de su amo a la falta del monte, para al llegar la tarde reunirlas y volver a casa. Pero al contarlas se dió cuenta de que le faltaba una, temiendo que hubiese subido hasta la cima. Pese al miedo de que la deidad la castigara, la pastora inició el ascenso en búsqueda del animal, al cual encontró a la entrada de una cueva cerca de la cima.

Pero la joven encontró también en ella a la deidad. La diosa se encontraba hilando, y procedió a pedirle a la pastora su colaboración en su tarea. A cambio, le prometió que la recompensaría y que un día tendría su propio rebaño. La pastora aceptó, y pasó los siguientes siete años aprendiendo no solo a hilar sino también cosas como el lenguaje de los animales, así como ayudando a la diosa. Tras dicho tiempo, la deidad le dió un enorme trozo de carbón antes de desaparecer. Al salir de dicha cueva la pastora se dió cuenta de que el carbón había pasado a ser oro, con el cual pudo comprarse su propia casa y rebaño.

Información obtenida de https://psicologiaymente.com/cultura/leyendas-vascas

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