Este refugio es un símbolo.
Y la trascendencia de los símbolos es que son capaces de representar una gran idea de una manera muy sencilla.
Cuando decimos que con tu colaboración nos ayudas a crear refugio, quizás lo que se te viene a la mente es un techo y cuatro paredes, pero para las personas refugiadas el refugio es mucho más.
Es la seguridad cuando más lo necesitan, es la confianza cuando les asaltan los miedos y la esperanza para poder rehacer sus vidas. Es justicia, calor, empatía, humanidad... y es, por encima de todo, un lugar en el que poder vivir en paz.
Y para construir refugio hay que desprenderse del racismo y de los miedos. Hay que dejar fuera la discriminación y deshacerse de los prejuicios. Para construir un refugio se necesita unir los derechos, la acogida y la inclusión, es imprescindible añadirle convivencia y reforzarlo con esos cimientos que nos da la igualdad.
Pero además de todo ello, un refugio tiene el alma de quienes lo habitan, la esencia de quienes lo crean y el corazón de cada persona que, como tú, Construye [R]efugio.
¡Felices Fiestas! |
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