En los últimos dos años, un sistema que detecta fugas importantes de ese gas notificó 1200 casos a gobiernos y empresas, pero sólo el 1% atendió las alertas pese a que muchas veces las reparaciones son por demás simples. “Estamos hablando literalmente de apretar los tornillos con más fuerza en algunos casos”, apunta la responsable de la agencia de la ONU para el medio ambiente. |
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