Juan Antonio, seguramente habrás oído esta afirmación: “la información es poder”. Pero lo que quizás no sabías es que la información también salva vidas.
Esto es precisamente lo que está sucediendo en Benín, un país en África Occidental (ver mapa arriba). En uno de los departamentos benineses más pobres, Couffo, hemos puesto en marcha un proyecto en salud sexual y reproductiva que está teniendo un impacto vital entre la población. Gracias a ello, hemos conseguido reducir la alarmante tasa de mortalidad materno-infantil.
"Si las mujeres no saben por qué deben ir al centro de salud, no irán", subraya Hippolite, una de nuestras promotoras de salud. "El personal médico puede salvar vidas, pero también estamos luchando contra la ignorancia, que puede llevar a que algunas personas mueran".
Por eso, entrenamos a mujeres de la propia comunidad como Hippolite, quienes ahora apoyan y capacitan a otras mujeres para que se conviertan en embajadoras de salud en sus pueblos. Ellas aconsejan a las embarazadas y a las mujeres en edad fértil sobre la importancia de acudir a los centros de salud e informan sobre métodos de planificación familiar.
"La cuestión de la anticoncepción ha sido un tema tabú en la sociedad beninesa durante mucho tiempo", añade Hippolite. "Algunos pensaban que una mujer que controlaba sus embarazos se volvería estéril. He notado que poco a poco la mentalidad de las personas está cambiando, cuando una pareja entiende que una mujer estará más saludable si evita un embarazo demasiado seguido del último".
A través de este esfuerzo colectivo, las mujeres juegan un papel clave en la reducción de la mortalidad. Tener un parto seguro es un derecho de todas las mujeres. Todas deben tener acceso a atención médica para poder dar vida sin perderla.
Países como Benín solo están lejos si lo ignoramos. Algo tan sencillo como dar información precisa y correcta puede salvar muchas vidas de madres y bebés. Estas muertes son evitables. Apoya nuestro trabajo.
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