Las enfermedades pulmonares y de las vías respiratorias constituyen un problema de salud a nivel mundial y están catalogadas dentro de las diez causas de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pueden afectar el desempeño y la productividad, generando discapacidad y en casos extremos la muerte prematura.
Uno de los métodos exploratorios más utilizados para la detección de enfermedades pulmonares y respiratorias es la espirometría. El examen es aplicado por un neumólogo o especialista médico. Dada la importancia que reviste esta prueba diagnóstica, la European Respiratory Society (ERS) acordó en el año 2010 promulgar el Día Mundial de la Espirometría, a través de la European Lung Foundation (ELF).
La celebración de este día debe fomentar la importancia de elaborar y aplicar políticas de salud, para concientizar a la población sobre los riesgos de las enfermedades pulmonares y respiratorias, así como la aplicación de medidas preventivas.
¿En qué consiste una espirometría?
La espirometría es una prueba diagnóstica rápida e indolora, utilizada para medir la cantidad de aire en los pulmones, así como la velocidad del flujo de aire (inhalaciones y exhalaciones) durante la respiración.
Estas mediciones se efectúan con un dispositivo manual denominado espirómetro, para evaluar y detectar enfermedades pulmonares que pueden afectar el aparato respiratorio, como enfisema, bronquitis crónica, fibrosis pulmonar y asbestosis.
Es un estudio no invasivo y de bajo costo, que se aplica a personas a partir de los 3 años de edad y no requiere de una rigurosa preparación previa, salvo las siguientes indicaciones:
- No ingerir alimentos de forma abundante y no realizar actividad física intensa dos horas antes del examen.
- Si el paciente es fumador deberá abstenerse de fumar el día anterior al examen.
- Vestir ropa cómoda.
- No tomar té, café, bebidas carbonatadas o alcohólicas antes del estudio.
- En caso de estar bajo algún tratamiento médico, el especialista indicará si deberá suspenderlo temporalmente antes de aplicar el estudio.
El estudio tiene una duración entre 5 a 30 minutos, dependiendo de la cantidad de veces que se deba soplar en el dispositivo. El paciente debe permanecer sentado y exhalar aire, soplando varias veces por la boquilla del espirómetro, a fin de medir los valores de capacidad respiratoria y velocidad del flujo de aire.
¿Cuándo debe realizarse una espirometría?
Dependiendo de la evaluación preliminar efectuada por un especialista, este examen se aplica en los siguientes casos:
- Para determinar síntomas respiratorios: tos, catarro, sibilancia o falta de aire.
- En el monitoreo de tratamientos respiratorios.
- Para diagnosticar o hacer seguimiento a enfermedades respiratorias y pulmonares (asma, fibrosis pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- En personas fumadoras o exfumadoras.
- Personas con exposición a sustancias en actividades laborales vinculadas a la industria minera, textil, química, metalúrgica, petrolera, maderera.
- En la evaluación de la función pulmonar, previo a una intervención quirúrgica.
Si usted tiene una enfermedad respiratoria conocida, o factores de riesgo para padecerla, acuda a un especialista para su evaluación inmediata y aplicación del tratamiento médico respectivo.
Información obtenida de la web diainternacionalde.com
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