Las olas de calor son especialmente nocivas para los niños, ya que poseen menor capacidad para regular su temperatura corporal en comparación con los adultos. La responsable de UNICEF emplaza a los gobiernos a limitar urgentemente el calentamiento global a 1,5 °C. “Esta es la única manera de salvar la vida y el futuro de los niños, y también el futuro del planeta”, afirma. |
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