La patera llegó a Brasil, pero ellas no. Al menos no con vida. Las personas migrantes que viajaban en ella, murieron en el camino.
Habían salido de la costa oeste africana, a más de 4.000 kilómetro y a Brasil solo llegó la patera, con 20 cadáveres descompuestos a bordo, cuando fue encontrada a la deriva por unos pescadores frente a la costa brasileña.
La mayoría de las personas que iniciaron el viaje eran de Mali y de Mauritania, según los documentos y otros objetos que se han encontrado. Su objetivo, probablemente, fuera llegar a Canarias para iniciar una nueva vida, pero sus vidas se apagaron para siempre en mitad del océano. Como las de las más de mil personas que han desaparecido en la ruta canaria este año, víctimas de otros naufragios silenciosos. De las que no se llega a saber nada, de las que no se tienen noticias y dejan a muchas familias preguntándose si ese era el cayuco en el que viajaba su hijo, su esposo o su hermana. Aún no se sabe exactamente cuántas personas viajaban en esa patera y quizás nunca se sepa. Pero lo que SÍ SE SABE es que estas tragedias podrían evitarse y que para ello solo hace falta voluntad política.
Por eso, en CEAR no vamos a rendirnos. Porque no podemos aceptar que sigan muriendo las personas que solo buscan refugio. Y vamos a seguir luchando y exigiendo políticas migratorias que pongan en el centro los seres humanos y salvar vidas. |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario