A veces no han dado sus primeros pasos, cuando ya han cruzado una frontera.
Otras, llevan años haciéndolo, dando pasos y caminando de un país a otro; atravesando un desierto y un océano para llegar a un lugar seguro. Muchas veces llegan con sus padres, sus madres o sus tíos. Y otras veces llegan solos, solas, sin nadie que les acompañe; porque han tenido que dejarlo todo atrás, también a la familia.
En lo que va de año, 25.827 niños y niñas han solicitado protección internacional en España. 25.827 niños y niñas que han tenido que huir de guerras, de ser captados como niños soldados, de matrimonios forzosos o de muchos otros tipos de violencia y abusos.
Cuando hablamos de personas refugiadas llegadas a España hay que tenerlo en mente, porque más de 18% de quienes llegan para salvar sus vidas son menores, menores que necesitan protección.
Y en CEAR seguiremos trabajando por todos ellos, por todas ellas y sus familias. Porque si las políticas migratorias pusieran en el centro a las personas, todos estos niños y niñas tendrían la protección necesaria para vivir en paz, para poder disfrutar de una infancia lo más digna y feliz posible. |
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