El titular de la ONU asegura que el territorio palestino “está lleno de escombros, lleno de cuerpos y lleno de violaciones del derecho internacional” y, recordando la obligación de Israel como potencia ocupante de proteger a los civiles, advierte que el hambre de la población civil nunca debe usarse como método de guerra.
Se estima que 160.000 personas se sumarán a las 500.000 que ya se encuentran en una situación alimentaria catastrófica en el arrasado territorio palestino, como lo reveló la declaración de hambruna la semana pasada. “Toda la Franja de Gaza necesita comida”, afirma la dependencia para la ayuda humanitaria. En tanto, la escalada israelí para tomar la capital de la Franja continúa.
El alarmante panorama nos obliga a actuar con determinación para revertir la situación actual, empezando por un alto el fuego y la liberación de todos los rehenes, dice el enviado para el Proceso de Paz, y pide medidas contundentes para poner fin a la ocupación y restablecer un horizonte político. La hambruna es una catástrofe infligida, apunta por su parte la subcoordinadora de ayuda humanitaria en una sesión del Consejo de Seguridad.
La dependencia que vela por los derechos humanos afirma que el asalto del lunes al hospital Nasser, que mató al menos a 20 personas, incluidos cinco periodistas, debería empujar al mundo a actuar y a exigir la rendición de cuentas por parte de Israel. En tanto, las agencias humanitarias siguen sonando la alarma por la denegación a la entrada de alimentos y ayuda vital a gran escala pese a la hambruna.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL, según su acrónimo en inglés) fue creada por el Consejo de Seguridad en 1978 para supervisar la retirada de las tropas israelíes del sur del país.
Las personas en los países menos desarrollados tienen el doble de probabilidades que otras de carecer de acceso a agua potable y saneamiento básico. Las poblaciones rurales, los niños, las minorías étnicas e indígenas están en primera línea. En muchos países, la recolección de agua sigue siendo una tarea de la mujer.
El agua potable es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la producción de energía y alimentos y la salud de los ecosistemas. Esta semana tiene lugar en la capital sueca un reunión que busca compartir buenas prácticas y reunir inversiones que impulsen el acceso al agua y su buena administración.
Esta cifra podría alcanzar los 17,9 millones si los países no cumplen sus compromisos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y si el financiamiento climático no prioriza los servicios sociales y de resiliencia para la niñez.
El país caribeño figura entre los cinco focos de hambre más preocupantes del mundo; sin embargo, el llamamiento humanitario para esa nación es el que menos fondos ha recibido, con menos del 10%. En el Consejo de Seguridad, la responsable de la agencia para la niñez, por su parte, da cuenta de las graves violaciones de los derechos de los niños.
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