Las caleras majoreras son el testimonio mudo de un floreciente pasado, guardianes del saber artesanal de la elaboración de la mejor cal de Canarias. Fueron uno de los motores económicos más reseñables de la isla durante mucho tiempo.
Los hornos de cal estuvieron funcionando en Fuerteventura desde el siglo XVI hasta el segundo tercio del siglo XX. Miles de toneladas de cal salieron de los puertos majoreros hacia las otras islas del archipiélago. También a Madeira y la península Ibérica.
Hoy nos acercamos a su historia |
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