Finalizado 2021 y, a pesar de que ha sido complicado y que hemos tenido que enfrentar situaciones difíciles, al echar la vista atrás, también encontramos puntos positivos que merecen la pena ser celebrados:
 El pasado 14 de abril, el Tribunal Supremo volvió a fallar a favor de un recurso interpuesto por CEAR, reiterando que las personas que solicitan asilo en Ceuta y Melilla tienen derecho a la libre circulación por todo el territorio nacional.
En verano abrimos el primer restaurante del proyecto 'Acoge un Plato' (Catering) en la terraza de Casa Árabe en Madrid, lo que supuso la materialización de años de trabajo en esta iniciativa que, a través de la gastronomía, trata de acercar a la sociedad las historias de las personas refugiadas y las recetas de sus vidas.
El 1 de julio inauguramos el Centro Deportivo Alejandro Blanco en Getafe, el primer centro polideportivo para personas refugiadas del mundo, con el que se quiere fomentar su desarrollo personal y facilitar su integración social a través del deporte.
Se ha aprobado la reforma del Reglamento de Extranjería, un paso histórico en la inclusión de las niñas, niños y jóvenes que llegan solo a España, y que durante años han estado padeciendo los continuos obstáculos que planteaba un reglamento que les abocaba a la irregularidad administrativa y la exclusión social.
Por fin se ha iniciado la tramitación de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, una demanda de la Alianza por la Ley de Igualdad de Trato, de la que forma parte CEAR junto a otras entidades referentes en lucha contra el racismo y otras formas de discriminación, dedicadas a la infancia, personas LGBTIQ+, personas con discapacidad, VIH, sinhogarismo y enfermedad.
Y es que a pesar de que ha sido un año difícil, siempre que unimos nuestras fuerzas conseguimos que pasen cosas buenas. ¡Sueña junto a CEAR en todo lo que podemos conseguir en 2022 para las personas refugiadas! |
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