Natasha dejó Ucrania con su hija de cuatro años y su suegra, dejando atrás a su esposo, que tuvo que permanecer en el país. La pareja nunca pensó que la guerra pudiera estallar y cuando pasó, abandonaron su ciudad y se movieron durante días dentro del país. El recrudecimiento del conflicto y la terrible realidad de que su hija de cuatro años tuviera que vivir una guerra, convenció a Natasha de que debían abandonar el país. |
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