Con más de un millón de personas desplazadas en una semana, más de 2200 muertos por los bombardeos israelíes y sin insumos ni servicios básicos, la desesperación impera en ese territorio palestino asediado. El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU advierte que sin agua, electricidad, alimentos ni medicinas, miles de personas morirán sin remedio. |
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