Es un trampa
La exigencia de un visado de tránsito a las personas nacionales de algunos países es una trampa para que no puedan acceder al asilo, porque el objetivo real del visado de tránsito es precisamente que esas personas no puedan transitar por la zona internacional de los aeropuertos de España, donde podrían pedir asilo.
Este visado, con sus tasas, sus largas esperas y unos requisitos casi imposibles para una persona que tiene que huir, es el obstáculo perfecto para ello; porque sin este visado, no pueden embarcar en un un vuelo con escala en España.
Esa es la trampa y así es como España y la Unión Europea defraudan el derecho de asilo y todos esos valores humanitarios que dicen defender. Con una artimaña legal que ponen en marcha cuando aumentan las llegadas de personas de algún país, con el único objetivo de obstaculizar las peticiones de asilo.
A finales del pasado mes de junio se impuso este visado a las personas nacionales de Chad y de Sudán, un país en conflicto y con una de las mayores emergencias humanitarias del mundo. En febrero fue a Kenia y Senegal; y ya son 37 países los que forman parte de esa lista en la que también están Siria, Mali o Palestina.
Al cerrarles esa vía legal y segura para pedir asilo, España fuerza a miles de personas cada año a tomar rutas migratorias mucho más peligrosas en las que se juegan la vida en el mar o saltando una valla, encontrando muchas de ellas la muerte, cuando solo buscaban refugio.
Así que basta ya de que defraudar el derecho de asilo.
En CEAR no vamos a caer en la trampa. Y seguiremos luchando y reclamando a España que cumpla con su obligación de garantizar el derecho humano de asilo a quienes huyen de guerras, de graves conflictos y emergencias humanitarias. |
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