Imagina el abrazo que le darías a tu madre, a tu hijo o a la persona que más quieres de este mundo, si llevaras años sin verla.
Ese abrazo que acaba con la ansiedad que sentías por saber que tu familia estaba en peligro, que la espera ha merecido la pena y que, por fin, tus seres queridos están a salvo. Ese abrazo que es el abrazo más esperado...
Porque las personas que se ven forzadas a huir, en ocasiones, tienen que dejarlo todo atrás. Y cuando decimos todo, es todo. A veces, también a la familia.
Y aunque la extensión y reagrupación familiar es un derecho, muchas personas no pueden ejercerlo porque conlleva unos costes que pueden ser prohibitivos para familias con escasos recursos y que, en muchos casos, continúan estando en situaciones de vulnerabilidad extrema.
Por eso, desde CEAR hemos lanzado una campaña de recaudación de fondos que permita cubrir esos gastos de visados, billetes de avión o tasas administrativas y que las familias puedan transformar el dolor de la huida y la separación, en la felicidad del reencuentro. |
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Ayúdanos a conseguir que las familias refugiadas puedan estar, por fin, juntas. |
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