Les están matando de hambre y, aunque probablemente no hay mayor crueldad que esa, es la realidad que se está viviendo en Gaza cada día.
Ayer nos estremeció la noticia del bombardeo de un campo de desplazados en Rafah que el propio Estado de Israel había calificado como "zona segura", donde murieron más de 50 personas. Pero, desgraciadamente, las bombas no son las únicas causas de muerte en Gaza.
Toda la población civil, es decir, más de 2 millones de personas, se enfrentan a un alto nivel de inseguridad alimentaria, según la ONU, y 1 de cada 3 niños de menos de 2 años sufre desnutrición aguda . Cada vez mueren más personas de inanición, y la situación no deja de empeorar.
"Pregúntese cómo se sentiría si un país lo matara de hambre a usted y a sus hijos al detener alimentos en la frontera, bombardear los alimentos lanzados desde el aire y disparar a las personas que hacen cola para los pocos camiones de ayuda a los que permiten entrar." Son palabras de Francesca Albanese, relatora de la ONU, que ya ha pedido sanciones y el embargo de armas a Israel para detener esta masacre.
Una hambruna provocada de manera intencionada y que puede constituir crímenes de guerra por parte de Israel, ante el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria. Es inhumano, es insoportable y ¡es urgente que se tomen medidas ya!
Celebramos el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España, pero hace falta mucho más. Hoy, Día Mundial contra el Hambre, desde CEAR exigimos el fin al comercio de armas con Israel y medidas efectivas que garanticen la protección de la población civil y de la ayuda humanitaria que tanto necesitan para no morir de hambre. |
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