La primera investigación en profundidad sobre lo ocurrido desde el 7 de octubre constata que Israel ha cometido el crimen de lesa humanidad de exterminio, usa el hambre como método de guerra e inflige un castigo colectivo en Gaza. Por su parte, Hamás y otros grupos armados palestinos cometen distintos crímenes de guerra, como atacar intencionadamente a civiles, tomar rehenes y utilizar la violencia sexual.
Las violaciones graves de los derechos de los niños en conflictos armados crecieron un 21% en 2023. Gran parte de ese aumento se debió a las guerras en Sudán, donde las violaciones subieron un 480%, Israel y los territorios palestinos ocupados, donde aumentaron un 155%, y Colombia, donde lo hicieron en un 67%. De los 5301 niños asesinados en todo el mundo, 2267 lo fueron por las fuerzas israelíes en Gaza y Cisjordania en solo tres meses.
El campo de Nuseirat, donde se produjo el rescate, «es el epicentro del trauma sísmico que siguen sufriendo los civiles de Gaza», dijo el responsable de la ayuda humanitaria tras conocer la operación. La relatora para los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados asegura que Israel puedo haber liberado todos los rehenes durante el primer alto el fuego, pero prefirió no hacerlo para seguir destruyendo al pueblo palestino.
Por 14 votos a favor y una abstención, la de Rusia, el máximo órgano de seguridad de la ONU mostró su satisfacción por un plan en tres fases anunciado por Estados Unidos y que, según el texto aprobado, ha sido aceptado por Israel. El Consejo de Seguridad anima a Hamás a que lo acepte.
Las cifras globales se elevan a 120 millones en mayo de 2024, mientras la agencia para los refugiados advierte contra la apatía y la inacción ante el aumento. El organismo señala que los conflictos desde Sudán a Gaza y Myanmar están generando nuevos desplazamientos y requieren una solución urgente, mientras America tiene un papel protagonista, con Estados Unidos y Canadá a la cabeza de los que acogen más refugiados y Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, llevando a cabo vastos programas de regulación.
Millones de personas se encuentran al borde de la inanición mientras el conflicto hace estragos en muchos rincones del mundo, especialmente en Gaza y Sudán, donde se necesita una acción urgente. El mundo debe alimentar a las personas en lugar de las maquinarías de guerra, asegura el responsable de coordinar la ayuda humanitaria de la ONU.
La decisión de México de poner fin a esta práctica nociva contribuirá a garantizar la salud pública. Todos los países deberían seguir su ejemplo, señala la agencia de la ONU.
Se siguen violando los derechos humanos en Afganistán, en particular los de las mujeres, que sufren estrictos códigos de vestimenta y son excluidas de ciertos trabajos, mientras continúa la prohibición a su derecho a la educación superior y se le limita su libertad de movimiento.
El responsable de velar por los derechos humanos en el mundo observa que es “un país aislado del mundo”, que vive en “un entorno asfixiante y claustrofóbico”. Todos los caminos para salir de esa situación empiezan por dar un giro de 180 grados desde el callejón sin salida del aislamiento autoimpuesto, asegura.
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