Esta es la carta que Segne, de solo 12 añitos, le escribió a los niños y niñas de La Palma. Unas palabras llenas de empatía y de apoyo.
Hace tres años tuvo que dejar su hogar en Malí y subirse a una patera para llegar a Canarias. Cuenta que pasó frío y hambre durante los días que estuvo en el mar. Su familia quedó atrás... "La vida no es fácil", dice Segne, "pero hay que luchar y nunca rendirse". Gracias por la lección de vida, Segne. Cartas como esta son el mejor antídoto contra los discursos de odio y un empujón más para que en CEAR sigamos luchando por impulsar una sociedad más solidaria e inclusiva.
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