En Kabala, Sierra Leona, el apagón llega sin previo aviso, y en ese momento se desata el pánico. Las operaciones se llevan a cabo a oscuras, con una mano en el bisturí y la otra sujetando una linterna. Las heridas se cosen a tientas, todas las máquinas son inservibles: incubadoras, respiradores, frigoríficos para vacunas y transfusiones de sangre. Además, todo el edificio se queda sin agua. |
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